Muchas denominaciones religiosas enseñan diferentes cosas de Jesús de acuerdo a su entendimiento, sin realizar un análisis hermenéutico de la enseñanza bíblica acerca de la persona de Jesús.

Tan es así que hay quienes enseñan que Jesús es un arcángel, otros enseñan que Jesús es a la vez el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, hay quienes también enseñan que Jesús era un ser humano común, pero debido a su obediencia, Dios lo “adopta” como hijo.

A fin de tratar de comprender un poco mejor la enseñanza que sobre Jesús nos da la Biblia, es que a continuación se realiza un análisis de los textos, que nos descubren, que pensaban y enseñaban los apóstoles acerca del Señor de señores y Rey de reyes.

La Biblia nos presenta a Jesús como el Hijo de Dios

En el Evangelio de Mateo

Mt 16,16  Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo».

Mt 14,33  Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios».

Mt 26,63  Pero Jesús seguía callado. El Sumo Sacerdote le dijo: «Yo te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios».

Mt 27,54  Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: «Verdaderamente éste era Hijo de Dios».

En el Evangelio de Juan

Jn 1,49  Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jn 11,27  Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo».

Jn 20,31  Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.

En los Hechos de los Apóstoles

Hch 8,37  Felipe respondió: “Puedes ser bautizado si crees con todo tu corazón.” El etíope replicó: “Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.”

Hch 9,20  y en seguida se fue por las sinagogas proclamando a Jesús como el Hijo de Dios.

En las cartas de los Apóstoles

Rom 1,4  constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro,

Heb 1,5  En efecto, ¿a qué ángel dijo alguna vez: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy; y también: Yo seré para él Padre, y él será para mi Hijo?

1Jn 4,15  Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.

1Jn 5,5  Pues, ¿quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

1Jn 5,20  Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la Vida eterna.

Único engendrado por el Padre:

Jn 1,14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Jn 1,18  A Dios nadie lo ha visto jamás; el Dios Unigénito, el que está en el seno del Padre, él mismo lo dio a conocer.

Jn 3,16 Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

Jn 3,18 El que cree en él no es juzgado; pero quien no cree ya está juzgado, porque no cree en el nombre del Hijo Unigénito de Dios.

1Jn 4,9 En esto se manifestó entre nosotros el amor de Dios: en que Dios envió a su Hijo Unigénito al mundo para que recibiéramos por él la vida.

Ahora bien. Que quiere decir esa palabra “unigénito”?

Esta palabra proviene del griego “monogenes” y quiere decir único engendrado. No el único o el primero en ser creado como sostienen algunas denominaciones.

Monogenes (μονογενής), se emplea en cinco ocasiones, todas ellas en los escritos del apóstol Juan, en referencia a Cristo como el Hijo de Dios.

La frase “el unigénito del Padre” (Jn 1,14) indica que, como el Hijo de Dios, Jesús era el único representante del ser y carácter de Aquél que le envió. El objeto del apóstol es demostrar qué clase de gloria era la que él y sus compañeros en el apostolado habían contemplado.

Solo podremos comprender acertadamente el término «el unigénito», cuando se emplea del Hijo, en el sentido de una relación “inoriginada”. El “engendramiento” no es un evento temporal, por muy remoto que se quiera, sino un hecho independiente del tiempo. El Cristo no “vino a ser”, sino que necesaria y eternamente “ES” el Hijo.

En Jn 1,18 la cláusula «El Dios unigénito, que está en el seno del Padre» expresa tanto su eterna unión con el Padre en la Deidad y la inefable intimidad y amor entre ellos, participando el Hijo en todos los consejos del Padre y gozando de todos sus afectos.

Es el Mesías (En griego: Christos):

Isa 7,14 Pues bien, el propio Señor os da un signo. Mirad, la virgen está encinta y dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Enmanuel.

Jer 23,5 Mirad que vienen días -oráculo del Señor-, en que suscitaré a David un brote justo, que rija como rey y sea prudente, y ejerza el derecho y la justicia en la tierra.

Miq 5,2 Por eso Él los entregará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces, el resto de sus hermanos volverá junto a los hijos de Israel.

Zac 9,9 Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, hija de Jerusalén, mira, tu rey viene hacia ti, es justo y salvador, montado sobre un asno, sobre un borrico, cría de asna.

Jn 4,25-26  -Sé que el Mesías, el llamado Cristo, va a venir -le dijo la mujer-. Cuando él venga nos anunciará todas las cosas. Le respondió Jesús: -Yo soy, el que habla contigo.

Cristo es verdadero Dios (Pero distinto del Padre):

Jn 1,1 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.

Jn 5,18 Por esto los judíos con más ahínco intentaban matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.

Jn 8,58 Jesús les dijo: -En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán naciese, Yo Soy.

Jn 10,33  Le respondieron los judíos: Por ninguna obra buena te apedreamos, sino por la blasfemia, porque tú, siendo hombre, te haces Dios.

Jn 20,28  Respondió Tomás y le dijo: -¡Señor mío y Dios mío!

Flp 2,6 el cual, siendo de condición divina, no consideró como presa codiciable el ser igual a Dios,

Col 1,15-19 El [Jesús] es la imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura;» porque en Él fueron creadas todas las cosas del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, los tronos, las dominaciones, los principados, las potestades; todo fue creado por El y para El.» El es antes que todo, y todo subsiste en él. El es la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia; El es el principio, el primogénito de los muertos, para que tenga la primacía en todas las cosas;» porque plugo a Dios que en El habitase toda la plenitud

Col 2,9  Pues en El [Jesús] habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente,

Tit 2,13 aguardando la bienaventurada esperanza y la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús,

Cristo es verdadero Hombre (probado por su muerte):

Mt 27,50 Pero Jesús, dando de nuevo una fuerte voz, entregó el espíritu.

Mr 15,37 Pero Jesús, dando una gran voz, expiró.

Lc 23,46 Y Jesús, clamando con una gran voz, dijo: -Padre, «en tus manos encomiendo mi espíritu». Y diciendo esto expiró.

Jn 19,30 Jesús, cuando probó el vinagre, dijo: -Todo está consumado. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

Flp 2,7-8 sino que se anonadó a sí mismo tomando la forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y, mostrándose igual que los demás hombres, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

1Tim 2,5 Porque uno solo es Dios y uno solo también el mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre,

Heb 2,17 Por eso [Jesús] tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, a fin de ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en las cosas que se refieren a Dios, para expiar los pecados del pueblo.

Así mismo, dentro de la Biblia, encontramos pasajes que nos enseñan que Jesús es Dios, distinto pero consubstancial con el Padre.

Así vemos que en la Biblia, a Jesús se lo denomina:

Primero y Ultimo: Isa 41,4; Isa 44,6; (Ref) Apo 1,17; Apo 2,8

Alfa y Omega: Apo 1,8; Apo 1,6; (Ref) Apo 22,13-16

Rey de Reyes: Apo 1,5; (Ref) Apo 17,14; 1Tim 1,17; (Ref) Apo 15,3

Poder y Sabiduría de Dios: 1Cor 1,24

Gloria de Dios: 1Cor 2,8; Heb 1,3; Stg 2,1; Apo 21,23

Es Eterno: Miq 5,2; Jn 1,1; Col 1,17; Heb 1,10

Omnisciente: Sal 139; (Ref) Lc 6,8; Jn 6,64; Jn 13,11; Jn 16,13; Jn 21,17

Inmutable: Mal 3,6; (Ref) Heb 1,12; Heb 13,8

Señor de todo: Hch 10,36; Rom 10,12

Por lo expuesto, la Biblia nos enseña que Jesús es Dios, consubstancial con el Padre y con el Espíritu Santo y juntos componen la plenitud de la Divinidad.

También nos enseña que Jesús fue verdadero hombre. Es decir en Jesús habían dos naturalezas: la humana, dado que se cansaba, tenía hambre, etc.; y la naturaleza divina expresada en varios pasajes citados arriba.

Paz y Bien.